Leyendo hoy el diario me ha aparecido una noticia que me ha
llamado la atención “Impactantes imágenes del antes y después de 8 mujeres culturistas que pasaron con los esteroides” me he puesto a leerla, he visto las
imágenes y se me he quedado impresionado.
En la noticia nos muestra a 8 mujeres que cambiaron sus
vidas por ese “deporte” llamado culturismo. Mientras iba leyendo me recordaba a
los cuerpos disciplinados de los que habla Frank. Estas personas someten su
cuerpo diariamente a unas series de entrenamientos y dietas extremas con tal de
conseguir esos resultados. Pero llega un punto en el que su cuerpo por si solo
ya no puede más y empiezan a tomar suplementos con tal de llegar a ese fin que
se han puesto, ¡GANAR!
Y aquí es donde yo me pregunto lo siguiente ¿tan importante
es ganar que deben dañar su propio cuerpo con tal cantidades de hormonas, que
incluso les llevan a cambios de sexualidad y otras patologías irreversibles? Sinceramente
hay un límite del que no podemos pasar. Pero esto no pasa únicamente en este “deporte”
(no considero deporte a algo que es necesario dañarse a uno mismo para
competir), el otro ejemplo lo podemos ver en el vídeo que nos colgó Víctor de
la corredora, la cual acaba su carrera gateando. Toda la gente la anima, le
grita, le da su apoyo, los medios la idolatran por seguir adelante por no
abandonar, pero ¿es eso lo correcto? Para muchos será un acto de valentía, pero
para otros como Javier Marías lo critican cosa que comparto.
En todas las actividades físicas debe existir un límite, no
podemos dejar que las personas lo sobrepasen. Como bien dice Javier en su artículo,
mientras los médicos velan por nuestra salud, los medios de comunicación y la
sociedad en si busca el sufrimiento de una persona para su divertimiento
profesional.
Aquí ya entramos en temas éticos, si esto esta bien o no,
que si lo otro…pero lo vuelvo ha decir, hay que poner unos limites.
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